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sábado, 26 de noviembre de 2011

Un par de claves para ser más feliz!


“Una mujer me preguntó hace poco “¿cuáles son los obstáculos hacia mi felicidad?” y le dije “la creencia de que tienes obstáculos”” Wayne Dyer

Pudo haber sido una mujer, pudo haber sido un hombre, pudiste haber sido tú o pude haber sido yo y la respuesta sería la misma. Que frase tan profunda ¿verdad?

Por un motivo u otro el ser humano está más predispuesto a buscar razones por las cuales estresarse que por las cuales alegrarse el día. Las emociones que evoca una situación indeseable tienden a ser más fuertes que las que experimentamos a través de una experiencia gratificante. ¿Te has dado cuenta de lo fácil que es explotar ante el reproche de alguien?  Pero por otro lado, tiende a ser más difícil aceptar al reconocimiento y las felicitaciones por tus éxitos.

Esto no quiere decir que somos inherentemente depresivos. Pero si quiere decir, quizás, que no estamos prestando atención a lo que es realmente importante. A tu propia felicidad. A tomar ventaja de cualquier detalla para sentirte feliz, para evocar la más pura sonrisa, para sentirte cómodo contigo mismo(a).

Las emociones positivas son el motivador más poderoso y la droga más satisfactoria que te puedes dar a ti mismo. Cuando te permites estar en un estado de felicidad, de complacencia, de fluidez con todo lo que te rodea es cuando te sientes más motivado y entusiasmado por lo que haces. ¿Y no es acaso en esos momentos cuando consigues lo extraordinario?

Lo ideal fuese que pudiésemos decidir sentirnos bien. Ojala y pudiésemos de alguna forma elegir entre sentirnos bien. Fuese “de pinga” que pudiésemos hacer algo que inmediatamente nos hiciera sentir bien. Cuanto quisiéramos no tener que reaccionar automáticamente ante lo que pasa sin ningún control.

Pero, la vida no es así….

¿O acaso si?

CLARO QUE SI LO ES. SI LO ES. SI LO ES. Cualquier puede decidir como sentirse. Elige sentirte bien. Cualquiera puede elegir en que enfocarse. Pues enfócate en el lado positivo y en lo que puedes aprender de todo lo que pasa. Todo el mundo puede hacer algo que sabe que automáticamente lo pondrá feliz. Pues hazlo carajo!
 
¿Qué te hace pasar de la tristeza, la depresión o el estrés a la felicidad, el goce, el entusiasmo, la euforia? ¿Acaso es bailar? ¿Cantar? ¿Salir a caminar? ¿Cenar con tu familia? ¿Abrazar a tu hijo(a)? ¿Hablar por teléfono con las amigas? ¿Revisar el facebook? ¿Leer un buen libro? ¿Hacer el amor con tu media naranja? ¿Ver una película? ¿Tomarte de la mano con tu esposo (a)? ¿Jugar con tu mascota? ¿limpiar la casa o tu cuarto? ¿Darte un buen baño? ¿Planear un viaje? ¿Hacer un viaje? ¿Qué es para ti?

Sea lo que sea, anótalo, mantenlo en mente y cada vez que puedas hacerlo, HAZLO!

La vida es un continuum de decisiones. Cada decisión te llevará por un camino distinto. Elige el camino que te hace feliz de corazón! Pero elígelo, no camines por inercia!

Puedes vivir en Paz aun cuando hay un tumulto a tu alrededor. Tú tienes el poder de resistir cualquier cosa. Wayne Dyer

Vivan en Grandeza,
HEJ

domingo, 20 de noviembre de 2011

Un Poema a tu grandeza


Nuestra Grandeza es como el océano,

Solo podemos ver un parte de ella

Y sin embargo, sabemos que es

Mucho más grande de a donde alcanza la vista

Y más rica que lo que se aprecia en la superficie

No importan los días que pasen, las tormentas que la azoten, o los que se nieguen a reconocerlo.

Su grandeza siempre será inconmensurable.

Nuestra grandeza, Es INCONMENSURABLE!

Vivan en Grandeza
HEJ

sábado, 19 de noviembre de 2011

Tu entusiasmo es energía divina

“Nunca se ha alcanzado nada grandioso sin entusiasmo” Ralph Waldo Emmerson

A medida que despertaba y pensaba en mis proyectos, en mis sueños y aspiraciones no pude evitar sentir una emoción sin igual. Emocionado por el camino que he recorrido y por el que me depara. Emocionado por las personas que se que me acompañarán en este camino. Y sobre todo, por las personas que se que podré influenciar positivamente. Fue toda una inyección de entusiasmo y adrenalina bien temprano en mi día.

El Dr Wayne Dyer dice que cuando un proyecto te causa tanto entusiasmo es porque Dios te está diciendo que ese es el camino, que eso es parte de tu propósito. Es interesante, la palabra “entusiasmo” viene de la palabra griega entheos que literalmente significa “tener a Dios dentro.”

Es precisamente Dios desde dentro de nosotros diciéndonos que éste es nuestro camino, que tenemos la oportunidad de elegir reconocerlo y tomarlo con la fe de que saldrá bien, de que sólo cosas buenas llegarán a través y por él.

Cuando confías en Dios siempre estarás a salvo y previsto para lo que sea

¿Qué cosas causan entusiasmo en tu vida? Estoy seguro que ya has pensado en algo que te causa emoción. ¿Qué esperas para actuar? ¿Qué esperas para tomar acción masiva hacia eso que quieres?

Y si hay algo que ya no te causa tanto entusiasmo como antes, está bien también. Todo en la vida es un ciclo constante. Un ciclo natural de gestación, nacimiento, crecimiento, maduración y decaimiento. Quizás ya es tiempo de dejar ese proyecto de lado, ya cumplió su misión en tu vida y te llevó tan lejos como te pudo llevar. Ahora déjalo ir, y abre un espacio para el nuevo bien que ha de entrar en su lugar.

La oruga siempre dejará su capullo para convertirse en una majestuosa mariposa.

O quizás, es simplemente un momento para rejuvenecer las energías y recuperar el entusiasmo en tus proyectos. Quizás no necesitas abandonarlos. Quizás sólo necesitas tomarte un tiempo de descanso para que puedas recordar porqué lo haces y fortalecer tu motivación nuevamente. Y así como el árbol en otoño deja caer sus hojas para luego rejuvenecerse en la primavera, así tu motivación te rejuvenecerá en tu próxima primavera.

Piénsalo: alguno de los mejores días de tu vida no han sucedido todavía.

Entonces, ¿vivirás este día con entusiasmo? ¿Dejarás que Dios te hable desde dentro? ¿Caminarás tu propio camino al éxito?

Yo amo vivir con entusiasmo.
Vivan en Grandeza,
HEJ

domingo, 13 de noviembre de 2011

Tú y tus TENTACIONES



La vida es una serie de continuas tentaciones

Tentaciones para volver siempre a las viejas actitudes y pensamientos

Tentaciones para dejar de esforzarnos por crecer y mejorar

Tentaciones para pensar como pensábamos antes

Tentaciones para dejar que nuestros fracasos nos nublen la vista de nuestra propia valía

Tentaciones para dejar de lado lo que realmente importa por miedo o angustia

Tentaciones para amar más nuestra propia imagen que a nuestro prójimo

Y aún así…

Nosotros nacimos para ser grandes

Sabemos aprender a reconocer las tentaciones

Y cuando las reconocemos ya no hay nada que ellas puedan hacer

Cuando nuestras acciones se guían por un cuadro de pensamiento e ideas positivas, de grandeza, podemos estar seguros que los contratiempos serán necesarios para crecer

Veremos cada paso, correcto o incorrecto, como el siguiente escalón lógico en la escaleras hacia el éxito

El reconocer nuestra grandeza es el reconocer que las tentaciones son las que precisamente nos descontrolan o desequilibran en algún punto u otro…

Y al rechazarlas nos liberamos para alcanzar eso que tanto buscamos.

Las tentaciones son las herramientas que Dios nos da para fortalecer nuestro carácter.

Déjalas ir, y deja que tu grandeza interna fluya hacia tus actitudes y actividades.

Vivan en Grandeza
HEJ

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Estoy seguro que conoces a alguién que necesita leer este tipo de reflexiones. ;) 

jueves, 10 de noviembre de 2011

La perfección es una actitud!


“Detrás de cada dolor hay un propósito mayor” Immaculee

Todos y cada uno de los caminos de Dios tienen un propósito y una razón que encaja perfectamente en nuestra vida. Que nos hará llegar un poco más lejos, que se convertirá en un escalón que nos llevará más cerca de lo que es nuestro propósito de la vida.

Claro, cuando estamos llenos de sentimientos negativos, o inmersos en estrés, es difícil ver el porqué de las situaciones por las que pasamos. Incluso, se hace hasta difícil saber qué hacer para sacar el mejor provecho de todo lo que podemos aprender en esa situación. Me gusta pensar que es importante dejar que el polvo se asiente antes de querer retratar el paisaje.

A través de Wayne Dyer he aprendido que la perfección que Dios busca recae en nuestra reacción hacia lo que él nos pone en la vida. Y explica esto con una conmovedora historia que ahora quiero compartir con ustedes.

“Shaya era un chico que estudiaba en una escuela para niños ‘especiales’. Todos y cada uno de los niños de su escuela había nacido con alguna condición que les impedía aprender igual que otros niños, alguna condición mental, neuronal, física e incluso a veces, todas ellas juntas.

Un día, como cualquier otro, su padre fue a buscar a Shaya al colegio y se fueron caminando como siempre a casa. Pero ese día, la ruta fue otra, un camino que los llevaba a pasar por el frente de un viejo campo de beisbol donde los niños del barrio jugaban. Un campo polvoriento, con un cúmulo de tierra sucia como montículo para el lanzador, con cualquier tipo de basura que sirviera para marcar donde estaban las bases y con laminas de zinc viejo y oxidado que demarcaban el fin del campo.

Ese día había un grupo de niños jugando y Shaya miró a su padre y dijo con ojos llenos de emoción y expectativa “papi papi, ¿puedo jugar?” El padre de Shaya sabía que su respuesta podría marcar la vida de su hijo, sabía que era importante que su hijo se sintiera normal y parte de un grupo, pero, “¿qué chance hay de que lo dejen jugar?” Que dura decisión, pero su padre sin más ni menos se acercó a uno de los niños que jugaban y le preguntó si Shaya podía jugar. El niño, inocente y sin saber qué hacer ante la solicitud volteó y miró al resto del equipo buscando algún apoyo. Pero el resto de los chicos estaban igualmente intrigados y sin idea de que hacer, así que el niño dijo “bueno, es el octavo inning, perdemos por seis carreras, pues sí, no perdemos nada, que entre”

Shaya con una sonrisa única de esa felicidad que expresan los bebes cuando ven a su madre; entró al campo y, ahora con un nuevo jugador, el juego continuó.

El noveno inning llegó y el equipo de Shaya había anotado ya tres carreras, tenían dos outs pero estaban las bases llenas. Era ahora, por regla, el turno de Shaya pero ¿lo dejarían batear? Shaya con sus limitaciones físicas a penas y podía levantar el bate. Nunca antes había tenido una oportunidad tener un bate en su mano, y mucho menos de batear. Pero aun así, los chicos de su equipo lo dejaron batear.

El lanzador se acercó un poco a Shaya para poder lanzarle suavemente la pelota y que así tuviera chance de batear. Pero Shaya estaba muy ocupado tratando de levantar el bate como para concentrarse en la pelota. Entonces uno de sus compañeros de equipo, se levantó y junto con él agarro el bate y lo ayudó a batear.

Puff, un pequeño y suave rolling directo a donde estaba el pitcher. Todo pudo haber terminado con un simple lanzamiento a primera. Pero mientras la pelota rodaba, los niños de el equipo de Shaya gritaban “Corre a PRIMERA, corre a PRIMERA Shaya” con su paso lento pero constante se dirigió a primera. Antes de que llegara a primera, el lanzador tomo la pelota y la lanzó… lejos y por encima de primera base. Todos seguían gritando “corre shaya, corre

Para cuando el jardinero derecho tomó la pelota ahora Shaya corría hacia segunda. Pero entendiendo las intenciones del lanzador, lanzó la pelota tan duro como pudo por encima de la tercera base, lejos, lejos, más allá que cualquier jugador.

Shaya ahora pasando segunda tenía a todo el equipo corriendo detrás de él gritando “corre a tercera Shaya, corre a tercera”

Y así lo hizo, corrió con toda su alegría y emoción hasta que llegó a tercera. Donde un jugador lo esperaba con la pelota. Pero este chico, simplemente dejó caer la pelota y lleno de euforia le gritaba a Shaya ‘corre a home Shaya, corre a home’

Con todo su esfuerzo, exhausto pero con determinación Shaya corrió y llegó a home anotando la carrera de la victoria. Y mientras pisaba home todos los niños en el campo, de ambos equipos, lo levantaron en sus hombros mientras lo veneraban como el héroe del partido.”

En este momento, todos estos niños, alcanzaron la perfección que Dios siempre busca en nuestras actitudes. Una perfección divina con la que todos nacemos y que es sólo el día a día, con sus diferentes actividades, que nos hace olvidarla y hasta desconocerla.

Todos somos perfectos, como estos niños, en nosotros esta ese potencial de tener una actitud perfecta, la cual Dios siempre ha querido para nosotros. Y a través de esa perfección es como encontramos y cumplimos con nuestro verdadero propósito.

¿Y tú? ¿Estás listo para gritar a tu propio Shaya?

Si les gustó esta historia, en este video podrán escucharla directamente de el Dr Wayne Dyer. Es toda una conferencia con un mensaje bien lindo, así como la historia de Shaya. Vale la pena esucharla


Vivan en Grandeza
HEJ