Ayer hablábamosde estar agradecidos con cada uno de los aspectos y peculiaridades de nuestra vida, de nuestros días y de nuestro camino hacia nuestros sueños y metas.
Una gran cantante una vez dijo “La vida es un Carnaval” y vaya que lo es. El ser agradecidos con Dios por todo lo que vivimos es una forma de apreciar con más fuerza los colores de este hermoso carnaval que llamamos vida. Pero recuerda, a un carnaval se va a bailar y a gozar también.
“El propósito de el baile es el disfrutar de cada paso que se dé” Wayne Dyer
Aprender a encontrar eso que nos divierte en cada una de las actividades que hacemos nos ayuda a amar lo que hacemos. Amar lo que haces te llena de energías. Amar lo que haces te hace levantarte después de haber caído, porque sabes que aunque te hayas caído, estabas haciendo lo que amabas. Sabes que al levantarte podrás encontrarte con un próximo paso que igualmente te divertirá tomar así como los anteriores. Un nuevo paso que te llevará más cerca hacia lo que quieres.
Amar lo que haces es ponerle tu toque a la pintura de tu vida. Es saber colorear las líneas a tu forma y poder disfrutar porque el resultado final es ciento por ciento tú. Saber hacer trazados porque te divierten, saber poner un sol donde no va generalmente porque quieres ser original. O dibujar el camino perfecto y derechito hacia eso que quieres conseguir porque eres una persona conservadora y así te llena vivir lo que haces.
“Los hombres más sabios siguen su propia dirección.” Euripides
En fin, la vida es un lienzo infinitamente enorme esperando a que le demos color y vida. Esperando que en ella tracemos todo lo que queramos y manifestemos todo lo que nos propongamos. Diviértete dibujando, equivocándote, borrando y tratando de nuevo. Disfruta llenándote las manos de pintura y disfruta ver como el lienzo cuenta tu propia historia de éxito y prosperidad. Dale tu propio toque a tu vida y ve como Dios le da su toque a tu camino.
Vivan en Grandeza,
HEJ
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