La pasión con la que hacemos cada una de nuestras actividades es la medida más exacta de que tan cerca estamos de nuestro propósito. El entusiasmo que nos genera la expectativa y la realización de cualquier actividad es la forma en que Dios nos comunica que es justo eso lo que debemos estar haciendo y es justamente esa actividad en la que vamos a sobresalir y crecer.
Una vez escuche de Wayne Dyer que la palabra entusiasmo procede la palabra griega entheos que significa “Con Dios dentro de nosotros.”
Wayne explicaba que no había señal más clara de que estábamos en el camino correcto que el entusiasmo que nos generaba cada paso que dábamos. Entusiasmo que se refleja en la alegría con que haces las cosas, incluso aquellas que no te gustan tanto pero que sabes que te llevan a tu destino. Entusiasmo que te levanta cuando te caes y que te hace recordar que pase lo que pase siempre podrás levantarte y seguir adelante porque tienes la fuerza para ello. Entusiasmo que ante la adversidad te ayuda a saber que para poder ver el arcoíris tienes que aprender a soportar la lluvia.
La vida a los ojos de un niño está llena del más puro entusiasmo. Alegría y devoción total a la experiencia que viven. Completo regocijo por sus nuevos conocimientos. Un lamento profundo por los errores cometidos que no dura más de un berrinche. Una completa paz que emana de esa sensación de que ellos no tienen que hacer mucho para crecer, aunque quieran no podrán detener el proceso, nacieron para crecer y ser grandes y Dios ya ha determinado el ritmo a lo cual eso pasará, sólo deben dedicarse a disfrutar y sonreír durante todo el proceso.
Como a los niños, ya Dios ha puesto en marcha la apertura de los caminos hacia eso que deseas. En su tiempo todo saldrá bien. A su debido momento podrás atravesar las puertas que te llevan a tu meta. Sólo una cosa debes hacer mientras vas camino a la puerta, y eso es caminar. Camina cada paso, respira con paciencia, deléitate con el pasaje a tu alrededor y ten la confianza que en el momento correcto y adecuado encontrarás tu éxito.
Recuerda que
Dios solo tiene dos respuestas para ti: por ahora no; y; tengo algo mejor en mente para ti
Ten paciencia y aprende a saber que siempre lo que pasa es lo mejor que puede pasar. Y la prueba es: que pasó!
Vivan en Grandeza
HEJ
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