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domingo, 10 de febrero de 2013

Un destino perfecto, Una vida Perfecta


El olor de una orquídea

La brisa que viene de la montaña y susurra el oído de la noche

El brillo de una estrella solitaria en el este

La nostalgia de la luna que besa el Roraima en el horizonte

El cantar de un turpial que madruga para saludar al sol

El sueño de un cachorro que termina con el calor de la mañana

La voz del ojo del guerrero que se abre a nuevas posibilidades, a nuevas oportunidades

El andar que vuela rapaz a través del tiempo hacia su destino

La belleza de un destino que se deja acariciar

La caricia que te devuelve la vida y te hace crecer

Una vida que se hace infinita y se desenvuelve perfecta

Perfecta para unos, perfecta para otros

Imperfectas solo para quien así lo quiera

Una vida, un destino, ambos perfectos, ambos ya aquí y ahora

Vivan en Grandeza
HEJ

domingo, 3 de febrero de 2013

¿Eres la persona correcta para llegar a la cima?


“A la cima no se llega superando a los demás, si no superándose a sí mismo”

En el medio de los peldaños que subimos en la escalera del éxito, nos vemos tentados a distraer nuestra mirada buscando por donde van otros, que tan cerca los tenemos, o que tan lejos estamos de ellos.

Si el éxito es una montaña, sólo podemos subirla moviendo nuestro propio cuerpo hacia adelante. Manteniendo nuestra mirada fija en nuestro objetivo y cuidando de que cada paso sea en la dirección adecuada podremos llegar a esa cima.

Muchos querrán llegar a la misma cima que nosotros anhelamos, es cierto. Pero cada quien tiene su momento de alcanzar lo que busca, y por alguien haber alcanzado el tope máximo de la montaña, este no desaparecerá ni se irá.

Pero recuerda, la montaña también tiene sus caprichos. Tiene caminos rutinarios que confunden la orientación y te hacen girar en la misma pradera. Rocas que obstaculizan tu camino y te retan a decidir si saltar o desviarte hacia caminos inciertos. Arboles tan altos que te opacan el cielo con sus hojas y te llevan a confiar en que la vida te sigue llevando hacia la cima, si y sólo si, sigues caminando. Y finalmente, una montaña que deja llegar a su cima sólo a la persona correcta.

La persona correcta, aquella que fue dejando sus miedos a medida que subía a la cima.
Aquella que no temía despertar junto al sol para trabajar y acompañar a la luna para meditar y reflexionar.
Aquella que nunca fue egoísta en su caminar junto a otros ni envidiosa de las huellas que otros dejaron frente a él.
Aquella persona que disfruto del paisaje, se deleito tanto con los pajarillos de la mañana como con los truenos de la noche.
Aquella que alzó su mirada al sol ardiente del medio día y se tomó un tiempo para darle descanso a su caminar y que a pesar de todo esto, siempre la cima fue lo que estuvo arraigado en los ojos de su corazón.

Así, la montaña, la medalla, el trabajo, la nota, el éxito, la meta reconoce que eres la persona correcta y permite que llegues a su cima!

Vivan en Grandeza,
HEJ