Pídele a Dios rosas y es probable que nunca veas ni un pétalo en tu vida
Lo más probable es que seas guiado hacia un campo virgen, fértil y ansioso de ser sembrado
Serás dado un puñado de semillas y junto a ellas la oportunidad de decidir si sembrarlas y dedicarte a la tarea de cuidarlas y hacerlas crecer, o de seguir deseando por una rosa
Lo más seguro es que te sea dada la lluvia que hará crecer tus semillas, y con ellas la oportunidad de maldecir las nubes que tapan el sol que tanto te gusta sentir en tu piel, o de bendecir las gotas de lluvia que nutre el campo y las semillas que te manifestaran tu deseo
Lo más probable es que de cuando en vez te sean enviadas algunas plagas o animales que amenacen tu cosecha, y junto a ella la opción de odiar estos animales por seguir su instinto o; bendecir la oportunidad que te dan de volver a prestarle atención al campo que te dará lo que quieres
Eventualmente, el campo de dará los frutos que las decisiones que tú tomaste le permitan crear. Y junto a ellas podrás ver atrás y lamentarte por lo que no hiciste, o mirar hacia adelante a lo que vas a cambiar, o, simplemente, mirar a la rosa y decir Gracias Dios porque he conseguido lo que buscaba.
No siempre le pedimos flores a Dios o a la vida, porque creemos que eso es algo tan común que no hace falta pedirlo, sólo buscarlo. Pero a decir verdad, para la vida, para Dios, (o para la deidad de tu preferencia) nada es más complicado que hacer crecer una flor. Aquello que buscas sólo necesita ser pedido, y entonces, prestar atención al campo donde lo sembrarás, las semillas que colocaras, la lluvia que lo hará crecer, los animales que vendrán a recordarte que cuides de tu campo y finalmente la cosecha que tanto esperabas.
¿Qué es eso que tanto quieres? ¿Maldices o bendices las oportunidades? ¿Pides una lluvia perfecta, una temporada ideal, o agradeces y aprovechas lo que Dios en su infinita sabiduría te envía sabiendo que es lo mejor?
Lo que separa a tus sueños de tu realidad, son tus acciones. Bendice cada paso, y agradece cada momento. Y antes de darte cuenta, habrás llegado a donde habías querido llegar.
Vivan en Grandeza,
HEJ
No hay comentarios:
Publicar un comentario