La esencia de la vida es el cambio, le dije a una amiga hoy, mientras hablábamos de cómo te adaptas a nuevas situaciones cada vez que decides embarcarte en una nueva etapa de tu vida. Incluso cuando comienzas a perseguir un nuevo proyecto, cuando te planteas una nueva meta, cuando nace en ti un nuevo sueño (o cuando decides hacer una acción en combate) la vida pone a prueba tu capacidad de adaptación.
Darwin ya lo dijo, la supervivencia del más apto. Pero por más apto no necesariamente se refería a el más fuerte, rápido o grande. El más apto es aquel que está siempre listo y dispuesto a adaptarse a las demandas de la vida. El más apto es aquel que está dispuesto a estar incomodo por unos momentos para encontrarse luego en una posición donde puede realmente tomar ventaja de la situación.
Decir que hay una manera correcta de adaptarse o que siempre hay un A, B, C que debemos seguir para conseguir lo que queremos es simplemente mentirnos. Sin embargo, si hay una clave para la adaptación es nuestra actitud.
Ante lo inesperado, ante el cambio, ante el estrés ¿cómo reaccionas? ¿Qué haces? ¿Mantienes la calma o explotas de la desesperación? Y sobre todo ¿qué te repites a ti mismo?
Hay una teoría en psicología social (me parece, corríjanme si me equivoco) que se llama “la profecía auto-realizante.” Es un concepto sencillo, espera algo de alguien y de seguro encontrarás evidencia de que lo que esperabas era lo correcto. ¿Cuántas veces te ha pasado que no conoces mucho a alguien pero te da la sensación de que es mala gente? Si alguien estornuda y él no dice salud ya vas y dices “ves? Te lo dije! Que mal educado” (sin darte cuenta que mientras tú decías eso, tú tampoco decías salud). O conoces a otra persona y sientes que es buena gente, tanto así que apenas te dice “buenas…” ya confirmas que es la persona más caballerosa que has conocido. ¿Cierto o falso? De seguro has vivido algo así, quizás no tan extremo, pero seguro que si.
El punto es, que esta misma profecía se cumple contigo mismo y en general con tus acciones y tu propio ambiente. Cuando de entrada te dices a ti mismo algo negativo o desalentador sobre lo que vas a hacer, pronto encontraras evidencia de que estas en lo cierto lo que te lleva a reforzar eso que pensabas a tal punto de que tus actos se enfocan en mantener ese status.
PERO, si por el contrario, antes de embarcarte en cualquier actividad, reto u otras cosas que hagas llegas con una mentalidad y actitud de; por ejemplo, “todo está bien y todo estará bien” pronto encontrarás evidencia de que estás en lo cierto y tus actos reflejarán eso y entonces habrás iniciado una sinergia con el momento que vives que te lleva a reforzar y alcanzar nuevos horizontes.
Lo que te digas a ti mismo sobre ti y lo que vas a hacer determinará en gran parte tu desenvolvimiento en la actividad. Es como Henry Ford dijo una vez
Si piensas que puedes o que no puedes, en ambos casos estarás en lo cierto
agreguemos que …
si piensas que será o no será, en ambos casos ESTARÁS EN LO CIERTO
Entonces, ¿cómo será tu día hoy? ¿Qué vas a encontrar en tu camino? ¿Podrás con el reto cierto?
Elige una actitud que refleje tu grandeza interna y pronto encontrarás evidencia de que estás en lo correcto. Haz de tu dialogo interno tu más fiel aliado!
Vivan en Grandeza.
HEJ
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