Esta semana he escrito mucho sobre el ser agradecido por las cosas que nos pasan en la vida. Esta simple práctica nos eleva a niveles de consciencia donde nos damos cuenta que no hay nada que nos haga falta para conseguir lo que queremos. Todo lo que necesitamos para ser lo que queremos ser está dentro de nosotros. Allí, ansioso esperando a ser explotado. Ese talento y energía que puede cambiar tu vida, la vida de otros, que te puede hacer llegar a donde quieres, salir de donde quieras salir y alcanzar lo que quieres alcanzar.
Ese talento está allí esperando tan sólo a que TÚ te des cuenta que allí está. Si, muchos te lo dirán. Muchos verán en ti lo que tú mismo no puedes ver (como dice la frase “a veces no puedes ver la pintura si estás dentro del marco”). Pero será sólo cuando tú lo aceptes como algo innato e intrínseco en ti que podrás explotar este potencial.
Curiosamente, este potencial no va a explotar majestuosamente como lo haría quizás en la naturaleza un volcán. No, irá poco a poco dándose a conocer como una flor primero muestra su tallo virgen. Si te das cuenta de este tallito y dices “Gracias a Dios porque el crecimiento ha empezado” y lo sigues regando, entonces el tallito seguirá creciendo. Pero si dices algo como “naguará Dios! Yo te pedí una rosa y lo que me das es este tallito?”,,, pues eso mismo recibirás, sólo el tallo.
Aprender a ser agradecidos por los pequeños avances demuestra nuestra valía para recibir más. Saber reconocer el pequeño progreso te ayuda a reconocer otro pequeño progreso más, y otro, hasta que el tallito comienza a sacar espinas, luego muestra sus pétalos. Pétalos aún débiles y esperando a que otros pétalos lo empujen hacia la apertura total. Pero sabiendo que ahora están siendo esperados. Así hasta que lo que comenzó como un tallito que era lejos lo que tenías como deseo final, se convirtió precisamente en eso, tu deseo final.
La vida no te dará todo de un solo golpe (o de un solo “carajazo” como diría mi mama) pero si te dará lo suficiente para motivarte a seguir trabajando, para ayudarte a seguir creyendo en tu sueño y tu meta, y lo suficiente para ensenarte que tu trabajo está dando frutos, ahora sólo falta darle tiempo al tiempo.
Como dije hoy en el facebook :
Cuando aprendes a agradecer por las cosas pequeñas de tu vida, de un momento a otro, acumulas tantas "cosas pequeñas" que se convierten en grandes logros... Un rompecabezas de mil piezas es eso... miel piezas que hacen un todo. No dejes de agradecer por cada una de las piecitas de tu vida, y el todo lucirá mejor!
Vivan en Grandeza
HEJ
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