Los sueños son la vista previa de las atracciones que han de venir en la vida.
Los sueños son esa fuerza que te mantiene despierto de noche. Que no te deja pegar ojo pensando en lo que sentirás al alcanzarlo. Que te llena de inspiración para trabajar por eso que buscas.
Los sueños son la fuerza que mueve al mundo. Los sueños son la gasolina que nos mantiene andando aún cuando todo se ve cuesta arriba. Los sueños y la imagen que tenemos de ellos en la mente son las que nos nublan la vista y mantienen a los obstáculos viéndose diminutos antes la grandeza de lo que queremos lograr.
Mientras más claros son nuestros sueños más fuerte es nuestra voluntad de superar cualquier obstáculo que se interponga entre nosotros y ellos. La claridad de tu visión de lo que quieres lograr te causa “sordera selectiva”. Sordera ante los comentarios negativos, chismes, y cualquier cosa que no aporte nada a tu meta.
Una visión clara te crea desde adentro como un escultor crea un Dios griego a partir de una pieza única de mármol. A Miguel Ángel una vez le preguntaron como hizo para esculpir a El David, una de las esculturas más perfectas jamás hechas a partir de un solo bloque de mármol, y él respondió: el David ya estaba allí, yo sólo se los mostré a ustedes.
La visión de tu sueño hace eso, te muestra y te revela a ti mismo como eres. Un ser perfecto capaz de conseguir lo que se propone. Una perfecta escultura revelada ante ti y el mundo por la claridad de tus sueños.
Dios nos da sueños más grandes que nosotros para que podamos crecer en ellos.
Visualiza tu sueño con pasión y claridad. Y así mismo te crearás a ti mismo. Así mismo sacarás a la luz todas las habilidades y talentos que llevas dentro de ti para conseguirlo.
Vivan en Grandeza
HEJ
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