¨Señoras y señores bienvenidos a Aerolíneas Espíritu de Campeones, en este momento nos proponemos a despegar hacia su ÉXITO, por favor abróchense los cinturones durante el despegue… puede que sientan pequeñas turbulencias. Disfruten de su viaje y Gracias por Elegir la Aerolínea que siempre los llevará a su éxito”
Fuese divertido escuchar eso cuando se montaran en un avión verdad? Saber que ya tienes tu boleto y vas derechito al éxito, pero OJO, abróchate el cinturón porque para llegar allá pasaremos por zonas turbulentas primero.
Una de las analogías que más me ha impactado y hecho click en mi forma de pensar ha sido de cómo la vida muchas veces te va a pedir que te abroches el cinturón. Cada vez que decidimos ir a nuevas alturas, expandir nuestros horizontes, alcanzar una meta nunca antes perseguida o simplemente llevar a cabo un proyecto pasamos por el mismo proceso que un avión cuando despega. Estábamos a un nivel y ahora queremos ir a otro; pero en el camino encontraremos retos y “turbulencias”.
Yo no creo que nadie diga que la vida es injusta porque el avión tiembla un poco al subir. Entonces porque nos quejamos cuando nosotros” temblamos” ante situaciones nuevas o “turbulencias”. Esto no es la vida siendo mala o mal intencionada con nosotros. Simplemente nos está poniendo a prueba, te está diciendo “si realmente quieres ir allá, pues deberás esforzarte para salir de donde estás”.
Las turbulencias llegan en forma de obstáculos para conseguir lo que necesitamos para nuestro proyecto, retrasos en los documentos que necesitamos, impedimentos y malos comentarios de aquellos que no entienden el porque queremos llegar allá o se nos derrumba todo justo cuando pensamos que ya habíamos “agarrad el hilo”. De seguro viene de muchas otras formas que ustedes han vivido, tampoco la idea es dar una lista de lamentos aquí, pero si de que aprendamos a reconocer las turbulencias naturales de la vida.
La buena noticia es, que el destino ha sido establecido y después de esas turbulencias llegaremos allá. Podemos ser agradecidos por estas turbulencias porque son ellas las que nos ayudan a fortalecer y desarrollar nuestro carácter. Son las turbulencias las que realmente nos ayudan a aprender del camino que recorremos. Son las turbulencias las que nos hacen expandir nuestros conocimientos para saber cómo afrontarla. Como Louise Hay en su libro Usted Puede Sanar su Vida dice:
“Cuando hay un problema no hay nada que hacer, hay algo que saber”
Entonces, conoce tus turbulencias, se agradecido por lo que te ayudan a convertirte y mantén en mente que el destino es el éxito, y llegarás allí pase lo que pase.
“Gracias por volar con Aerolíneas Espíritu de Campeones, los esperamos en otro vuelo donde llegaremos a nuevos éxitos”
Vivan en Grandeza
HEJ
La Tierra es el lugar más bello para nuestros ojos. Pero esa belleza ha sido esculpida por el cambio, solo hay que saber aceptar esos cambios y aprender de cada circunstancia
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