Un
hermoso araguaney puede pasar meses absorbiendo la luz del sol, el agua y
nutrientes de la tierra para vestirse de las hermosas flores amarillas que lo
caracterizan.
Sin
embargo sin importar las adversidades que la temporada le presentó eventualmente
tendrá que dejar caer uno a uno los pétalos para darle paso a nuevas flores con
un renovado aroma y colores más vivos.
Así como
el araguaney se revestirá cada año de flores nuevas y poco a poco más
abundantes así la vida nos proveerá de nuevas y refrescantes experiencias. De una
prosperidad y alegría renovadas siempre y
cuando estemos dispuestos a dejar ir nuestras “viejas flores”. Cuando podamos
dar gracias por las viejas experiencias y dejarlas ir para entonces darle paso
a lo que ha de venir.
Si
confiamos en Dios y la vida lo nuevo ha de ser aún mejor, más brillante, más
acorde con lo que ahora deseemos. Como dirían…
Nada nuevo puede llegar a tu vida a menos que
seas agradecido por lo que ya tienes.
Demos
gracias, dejemos ir lo viejo con agradecimiento y dejemos llegar lo nuevo.
Vivan
en Grandeza,
HEJ
Soñando en Grande